CADA AHORA ES ETERNO
Por: Maurice Nicoll
En conexión con la observación que el sentimiento de eternidad entra en el
recuerdo de si y no lo hace en la observación de si, es preciso recordar
algunas de las ideas sobre el tiempo que son concomitantes a esta enseñanza.
Hay tres dimensiones visibles y accesibles y tres dimensiones invisibles y
por lo común inaccesibles.
Desde este punto de vista el mundo real tiene seis dimensiones.
Debido a nuestros limitados sentidos solo conocemos un mundo de tres
dimensiones que se mueve en el tiempo y este es el mundo que consideramos real
—esto es, como la realidad, como todo lo que es o puede ser.
Fundamos nuestros pensamientos en este visible y tridimensional mundo que
se mueve en el tiempo.
Esto es, nuestra manera de pensar se modela sobre esta realidad que es
evidente a nuestros limitados sentidos.
Es, sin embargo, menester que cambiemos nuestra manera de pensar si nuestra
meta es el desarrollo en el nivel de ser o el acrecentamiento de conciencia.
Esta enseñanza, como tantas veces se subrayo, se propone hacernos pensar
de una manera nueva.
Permítame que le pregunte: ¿ha empezado ya a pensar de una nueva manera por
medio de su contacto con las ideas del trabajo?
Para que esto sea posible es preciso que las nuevas ideas cambien la mente,
por cuyo medio se establecen nuevas conexiones que hasta ahora no fueron
usadas.
De este modo realidades nuevas y más amplias de la mente aparecen más allá
de las estrechas realidades suministradas por los sentidos, con un correspondiente
acrecentamiento de conciencia.
Para decirlo en pocas palabras, se percibe más de lo que se percibía antes,
y esto en muchas direcciones insólitas.
No solo el alcance y la aprehensión de la mente se acrecientan, sino
también la percepción de si.
Por ejemplo, oír decir que esta dormido y es mecánico y que no se conoce a
si mismo son nuevas ideas.
Cuando se lo aplica en la practica, por medio de la observación de si,
estas nuevas ideas establecen numerosas nuevas conexiones en la mente, de
hecho, hasta tal punto que toda la concepción y sentir de uno mismo empieza a
cambiar y un nuevo si se hace perceptible, oculto y a alguna distancia tras lo
que hasta ahora creíamos que era la sola forma posible de ser uno mismo.
Ocupémonos de esta cuestión en lo tocante a las dimensiones.
La cuarta dimensión es la del tiempo.
No vemos el tiempo ni nos vemos en el tiempo.
No vemos los tiempo-cuerpos de nosotros mismos o de las cosas.
Creemos que el pasado esta muerto.
nuestra vida es una línea viviente en un tiempo viviente.
Debido a nuestra relación con el tiempo, solo vemos un punto en el tiempo y
luego otro y así sucesivamente, y los denominamos momentos presentes.
Nótese que nuestros cinco sentidos solo trabajan en el momento presente, solo
registran el momento presente —ni el pasado ni el futuro—.
Discernirlo claramente es un punto de partida, según mi parecer, para ser
capaz de comprender algo sobre las dimensiones que están más allá de los
sentidos.
¿Acaso se da cuenta claramente que solo puede ver o tomar o saborear una manzana
en el momento presente?
No lo puede hacer hace un rato o dentro de un rato —esto es, en el pasado o
en el futuro—.
Así se ve limitado a esa cosa dudosa llamada el momento presente, y todo lo
demás lo llamamos pasado o futuro y lo contemplamos como si careciera de
existencia real.
Así limitamos toda existencia posible al momento presente e imaginamos que
Dios solo existe en el.
Esto es llamado en esta enseñanza, empero, un corte transversal del tiempo.
Sin embargo nunca estamos en contacto con ese huidizo momento presente
dentro del cual confinamos toda nuestra existencia.
Es real —empero es dudoso— no a los sentidos sino a la conciencia.
Nuestros sentidos nos ponen en relación con el momento presente pero
nuestra conciencia no lo hace.
No somos conscientes en este presente momento de los sentidos.
Es demasiado pequeño y demasiado rápido para tener propiamente conciencia
de el.
Nuestra conciencia, que trabaja por encima de los sentidos, es una cosa
confusa y mezclada, compuesta de pasado, presente y futuro anticipado.
Por medio de la memoria y de la imaginación tendemos a vivir detrás o
adelante del momento presente y no podemos estar dentro de el.
Por eso nunca estamos realmente en el mundo externo tal como lo registran
los sentidos.
Traducen las cosas por así decir como una sucesión de fotografías que se
suceden en rápido movimiento, como un film.
Sin embargo, por más extraño que parezca, cada momento presente es eterno.
El momento presente esta a la vez en el tiempo y en la eternidad.
Es el lugar de encuentro del tiempo y de la eternidad.
La eternidad penetra en cada momento presente en el tiempo en movimiento,
en ángulo recto con el.
Es por eso que, a veces, en un estado de recuerdo de si —esto es, en el
tercer estado de conciencia— sentimos la eternidad.
Es por la misma razón que algunas cosas que están en el pasado se destacan
fuera del tiempo —a veces una cosa trivial—.
Esto se debe a que en cualquier momento, en cualquier momento ordinario de
tranquilidad que no tiene nada que lo singularice de los otros, penetra la
dimensión de eternidad y por casualidad tenemos conciencia de ello.
La relación del tiempo con la eternidad es representada primero por el
diagrama:
La línea horizontal representa el tiempo —la cuarta dimensión—.
Las líneas verticales representan la quinta dimensión que entra
perpendicularmente en todo momento en cada parte del tiempo.
o, más sencillamente, el tiempo y la eternidad pueden ser representados por
la cruz:
El hombre esta a la vez en el tiempo y en la eternidad.
La eternidad es perpendicular al tiempo —y esta es la dirección del
recuerdo de si— el sentir que se tiene de uno mismo ahora.
Cada ahora es eterno.
Para recordarse a si mismo el sentimiento de ahora debe entrar —yo aquí
ahora - yo mismo ahora— yo distinto del pasado o del futuro —la ahoridad
de yo mismo - yo ahora.
Y si el acto tiene éxito conocerá por si mismo que la eternidad esta siempre
en el ahora y puede ser experimentada como un sabor diferente del
tiempo.
Es de advertir que ya no hablo más del momento presente registrado
por los sentidos, sino de ahora, de esta experiencia interna que puede
dar en realidad el recuerdo de si.
El "yo" real esta en la eternidad —no en el tiempo—.
El recuerdo de si esta fuera del tiempo y la personalidad.
No es de sorprender que el recuerdo de si puede suscitar un sentimiento
enteramente diferente, que el que nos procura nuestra relación con el
apresurado, ansioso tiempo.
La esencia, por ser eterna, carece del sentimiento de personalidad que solo
esta en el tiempo.
Pensar desde el tiempo no produce un verdadero sentimiento de uno mismo, o
más bien da un sentimiento equivocado —nuestro sentimiento habitual de nosotros
mismos—.
Este es nuestro habitual sentido de nosotros mismos.
No cuesta nada darse cuenta de cuan incompleto es.
¿Por qué las gentes actúan como lo hacen?
Porque no se sienten a si mismas correctamente.
Ya sabemos que el trabajo enseña que fuimos creados como un experimento
—como organismos capaces de desarrollo propio— y por lo tanto comprendemos por
qué nos sentimos incompletos y por que un hombre, moldeado únicamente por la
vida —esto es, que solo tiene su adquirida personalidad activa— ha de sentirse
siempre incompleto, inacabado, y así internamente impotente.
No es la fuerza de vida la que esta en el tiempo, la que es capaz de hacer
que la personalidad sea pasiva —¿cómo podría serlo, cuando es la fuerza que lo
hizo?—.
Solo otra fuerza proveniente de otra dirección puede hacer que la
personalidad sea pasiva y alimentar a la esencia —la parte eterna en nosotros—.
Entonces se comienza a ver que toda la enseñanza esotérica debe tener la
calidad de eternidad, y siendo así desarrollar la esencia, que es
eterna.
A lo largo de todo el tiempo, a lo largo de todas las edades, la enseñanza
esotérica sigue siendo la misma.
Siempre dice las mismas cosas.
Siempre enseña las mismas cosas.
Esta por encima del tiempo y cambia.
Es la eternidad en el tiempo —y así habla siempre de la vida eterna—.
Retornando a nuestro tema: la cuarta dimensión del tiempo contiene nuestra
vida entera.
La experimentamos un instante tras otro.
Anda de prisa y es siempre detenida por el sentimiento de ahora.
Si nuestra vida se extendiera en esa dimensión, inaccesible a nuestros
sentidos, esta toda allí —en esa invisible dimensión—.
Por esta razón todo lo que hacemos ahora afecta tanto el pasado como
el futuro de nuestra vida.
El acto de no identificación hecho ahora influye tanto su pasado como su
futuro.
Las relaciones que tuvo con las gentes en el pasado cambiaran, por medio
del trabajo sobre si realizado ahora.
No solo cambiara su propio pasado, sino posiblemente el de aquellas gentes.
Como esto es muy difícil de captar regresare al comienzo de este comentario
donde se dijo que para cambiar nuestro ser y acrecentar la conciencia
necesitábamos nuevas ideas además de las que nos procuran nuestros sentidos.
Se dijo sucintamente que mientras nuestro pensar solo se base en la
evidencia de los sentidos, la mente no puede pensar diferentemente y no se
pueden establecer nuevas conexiones.
Me dirán que el pasado esta muerto, acabado, terminado —tan solo porque no
es registrado por nuestros sentidos—.
Si lo hicieran, pensaría de un modo muy diferente, pero como no lo hacen,
dirá que la idea que la vida pasada existe en realidad es un disparate.
Esto es lo que es.
Es un "disparate", porque los sentidos externos no la registran,
puesto que solo pueden registrar el momento de tiempo llamado el presente.
Las dimensiones superiores no son realidades para los sentidos externos,
sino que lo son para los sentidos internos.
Por ejemplo, mi vida entera puede ser vista internamente en cierto estado
de conciencia.
¿Por que?
Porque esta allí.
¿Dónde?
En el Tiempo.
¿Y mi futuro?
Esta también allí, en la dimensión que experimentamos como tiempo a través
del cual nos movemos.
Entonces, ¿estoy predestinado?
Si y No, porque hay muchas líneas paralelas de tiempo semejantes a alambres
telegráficos y se puede estar en uno u otro según el propio estado interior.
Si goza de sus emociones negativas seguirá una línea, y la más baja.
Elevándose en movimiento vertical uno se eleva y sigue otra línea paralela
por medio de la no identificación y por medio del recuerdo de si —en suma,
mediante el trabajo— que entra perpendicularmente en el tiempo y así esta
siempre verticalmente por encima de usted, sea cual fuere la línea que sigue, y
nunca en el futuro, porque el futuro esta en el tiempo horizontal.
Se podría hablar del futuro vertical, empero, para distinguirlo del futuro
horizontal.
Si el Ser se desarrolla, la dirección que sigue es vertical.
Se ve la propia vida diferentemente.
El Ser superior esta por encima del Ser inferior.
En ese momento puede acompañar los "yoes" que están por debajo de
usted o los que están por encima.
Puede estropear silenciosamente algo en usted o puede no hacerlo.
Puede decirse algo o puede no decirlo.
Todo permanecerá en el cuerpo-tiempo, pero en diferentes niveles, según su
calidad.
Toda la vida esta allí —en el cuerpo-tiempo—.
Pero trabajando ahora, las cosas pueden ser cambiadas en el pasado y el
cuerpo-tiempo puede ser conectado de una manera diferente —así como se pueden
anudar trozos de una cuerda larga y flexible para acortarlo, y alargar otros—.
Cuando sentimos que todo el pasado esta allí y viviendo en la dimensión del
tiempo viviente, nuestro sentido de nosotros mismos se modifica.
Por cierto, la modificación es muy grande, al comprender primero que el
tiempo que pasa-no revoca nada y segundo que ahora se pueden cambiar las cosas
en el pasado —no por medio de inútiles remordimientos, sino por un activo
trabajo sobre nosotros mismos—.
No estamos conectados a un pasado muerto sino a un pasado viviente.
Cada acto de trabajo vibra a través de todo el cuerpo-tiempo y modifica las
cosas en el.
Puedo actuar ahora sobre mi pasado.
Puede cambiar mi conducta de hace treinta años.
Más tarde, hablaremos sobre la recurrencia, sobre el volver a entrar una
vez más en nuestra vida y hallar quizá que algunas cosas fueron cambiadas, para
que así podamos despertar más temprano.
Maurice Nicoll
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