LA IDEA DE LA ESCALA
Por: Maurice Nicoll
Por: Maurice Nicoll
La escala
necesariamente implica que hay un arriba y un bajo, un superior y un inferior;
y, también, una manera especial de conectar las cosas a distintos niveles de
realidad.
Sin el sentido de la
escala no puede el materialismo admitir ni lo que es más que el hombre, ni lo
que es más en el hombre.
¿Pero es que el
método científico es la única manera de experimentar y comprender la vida?
¿No es tan sólo una
de las muchas modalidades de experiencia?
¿Debemos creer que la
calidad de nuestra conciencia ordinaria es tan fina que los demás estados son
inconcebibles?
¿No son estos otros
-estados de la conciencia los que probablemente constituyen LA CLAVE para la
comprensión de las complejidades y contradicciones que han surgido en el reino
de la física?
El poder de síntesis
de nuestra conciencia ordinaria bien puede ser de tal categoría que le resulte
IMPOSIBLE asimilar como un todo los descubrimientos separados de la
investigación científica.
Este argumento
significaría que el materialismo científico, ESTÁ LIMITANDO el desarrollo
psicológico del hombre porque, sencillamente, da por supuesta la conciencia;
por lo tanto, no se ocupa del problema de cómo puede el hombre alcanzar un
estado de desarrollo superior en si; no se preocupa de los medios, la clase del
conocimiento, del trabajo, de las ideas, los esfuerzos y la actitud necesaria
para este desarrollo.
Y vemos que esto
último ha sido siempre, en su aspecto interno, el motivo de la preocupación de
lo que conocemos como 'religión'.
Lo que se ha dado en
llamar el abismo entre ciencia y religión se encuentra justamente en este
punto.
PREGUNTA:
P.- ¿POR QUÉ EL
HOMBRE NO PUEDE COMPRENDER MÁS?
RESPUESTA:
R.- El hombre no
puede comprender más porque se encuentra en UN ESTADO DE DESORGANIZACIÓN.
La calidad de su
conciencia es demasiado separada y grosera.
Sin embargo, se
embarca en investigaciones acerca del universo sin darse cuenta siquiera de que
no podrá llegar más allá de cierto punto, pues él mismo es UN INSTRUMENTO
INADECUADO para semejante propósito.
Pero gusta pensar que
lo único que le limita es la falta de instrumentos científicos, de instrumentos
de suficiente precisión, o bien que carece de antecedentes suficientes o de
información.
Por tanto, piensa
'hacia fuera' y trata de salvar únicamente las dificultades 'externas'.
Le parece que todo lo
que preocupó a la religión y filosofía antiguas, y todo cuanto procuró lograr
el gran arte, no tiene conexión alguna con las dificultades que experimenta en
sus esfuerzos por obtener el conocimiento ulterior de las cosas, y la verdad.
Le parece que una más
fina calidad de conciencia no tiene ninguna importancia, como tampoco los
nuevos significados que han tratado de obtener el arte y la religión, ni
sospecha que las inevitables contradicciones que le esperan hacia el fin de su
investigación, son el resultado directo de la calidad de su propia conciencia,
y de su propia desorganización interna.
Según Platón, el
mundo no se encuentra únicamente en la sensación que de el tenemos; esto es
válido para el hombre que sencillamente está en el mundo.
El mundo también se
encuentra en el hombre, de suerte que el hombre puede conocerlo desde 'adentro'
como desde 'afuera'.
El hombre orilla las
ideas que yacen tras toda realidad discernible, mediante las NOCIONES INNATAS
que en él existen.
Estas 'NOCIONES
INNATAS' en el alma del hombre tienen como verdadero objetivo las Ideas que son
los arquetipos de toda manifestación natural.
De suerte que a la
vez de desarrollarse por medio de nuestra experiencia mundanal, nuestro
conocimiento contiene elementos que no derivan de la experiencia.
En su contacto con el
mundo sensible, mundo que contiene imperfectas representaciones de Ideas
'eternas', el alma despierta en mayor o menor grado a un conocimiento de las
ideas mismas.
Este conocimiento,
este 'darse cuenta', no proviene de los sentidos sino de lo íntimo, del lado de
la mente.
Al percibir los
múltiples objetos de la naturaleza en los cuales se reflejan, el alma recuerda
las ideas.
El alma yace entre el
mundo sensible y el mundo de las ideas, yace entre dos órdenes de realidad.
Y al percatarse de
esto, el alma toma del mundo de los objetos sensibles todas aquellas
impresiones que le recuerdan un orden superior de realidad; y no da a la
naturaleza sensible aquello que no le pertenece, sino que extrae de ella lo que
pertenece a un orden superior.
De suerte que el modo
como experimenta la vida temporal y la obtención de impresiones, deviene algo
muy diferente de la modalidad de experiencia que corresponde al alma cuando
está 'apegada a los sentidos' y cuando lo ve todo fuera de si, atribuyendo el
principio causal a la naturaleza física.
Para el alma
despierta, todo está verdaderamente dentro.
El mundo real está
dentro de ella, y solamente lo puede aprehender por dentro.
Y el hombre, cuya
alma haya llegado a tal situación, ya no es un hombre 'natural', o sensual, aun
cuando todo lo que los sentidos le revelan se intensifica inconmensurablemente.
Ve con claridad, con
una creciente claridad, porque se ha convertido en el punto de reunión de dos
mundos: uno alcanzando por dentro, a través de si mismo, y otro alcanzado por
fuera, a través de los sentidos.
Maurice Nicoll
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